No es inusual que los niños, incluso los más pequeños, se sientan ansiosos a veces. Pero saber si es un problema puede ser confuso. Esto es especialmente cierto en el caso de los que piensan y aprenden diferente, ya que son más propensos a sentirse ansiosos por la escuela y las amistades.
Si te preguntás si un estudiante de preescolar o de primaria esta experimentando estrés o ansiedad, estas son algunas señales que podrías observar:
Señales físicas de ansiedad:
-A menudo se queja de dolores de estómago o de cabeza, aunque no exista un motivo médico para ello.
-Se niega a merendar o almorzar en la escuela.
– No usa baños a menos que sea el de la casa.
-Es incansable, inquieto, hiperactivo o distraído (incluso sin tener TDAH).
-Empieza a temblar o a sudar en situaciones intimidantes.
-Constantemente tensa los músculos.
-Tiene dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido.
Señales emocionales de ansiedad:
-Llora mucho.
– Es muy sensible.
– Se irrita o se enoja sin ningún motivo claro.
– Teme cometer errores, incluso pequeños.
– Tiene ataques de pánico (o teme tenerlos).
– Se preocupa de cosas que ocurrirán en un futuro lejano, como preocuparse por la secundaria cuando todavía está en tercer grado.
-Se preocupa o siente temor cuando lo dejan en algún lugar (escuela, casa de parientes, etc).
-Tiene pesadillas frecuentes acerca de perder a uno de sus padres o a un ser querido.
Señales conductuales de ansiedad:
– Pregunta constantemente “¿y si…?”. (“¿Y si ocurre un terremoto?”).
– Evita participar en actividades en clase, como cuando se sientan en círculo.
– Permanece en silencio o preocupado cuando se espera que trabaje con otros.
– Se niega a ir a la escuela.
– Se queda solo durante el almuerzo o el recreo.
– Evita situaciones sociales con otros niños, como fiestas de cumpleaños o actividades extracurriculares.
– Constantemente busca la aprobación de sus padres, cuidadores, maestros y amigos.
– Dice “¡no puedo hacerlo!” sin un motivo real.
– Tiene berrinches o crisis.
Fuente: Understood