La red social anunció el jueves la suspensión de 235.000 cuentas que hacían apología del terrorismo durante los últimos seis meses, como parte de una campaña para evitar que la red social se use en defensa del extremismo.
“Hemos sido testigos de una ola de ataques mortales, horrendos, por todo el planeta”, decía el comunicado. “Condenamos con fuerza esos actos al mismo tiempo que seguimos comprometidos con la eliminación de cualquier apología de la violencia o el terrorismo que pueda hacerse a través de nuestra plataforma”.
La decisión de Twitter aumenta el número total de cuentas suspendidas por la propia compañía a 360.000 desde que tomó una posición contra el terrorismo y el extremismo a mediados de 2015. Aunque Twitter ha defendido la libertad de expresión en la red desde hace tiempo, y la ha comparado con una “plaza pública global”, algunos grupos racistas y extremistas tratan de servirse de su plataforma para difundir sus mensajes. Eso ha aumentado las críticas realizadas desde las instituciones públicas o, incluso, por parte de la candidata presidencial Hillary Clinton.
Twitter trata de conciliar su postura a favor de la libertad de expresión con la manera en la que las mujeres o las minorías pueden ser atacadas en su plataforma. Y frente al terrorismo han sido contundentes: el número de suspensiones diarias ha aumentado en un 80 por ciento desde el año pasado, en especial en los momentos posteriores a los atentados terroristas.
La empresa también dijo que aumentó el tamaño de los equipos encargados de revisar las violaciones y ahora suspende cuentas más rápidamente. También busca que sea más difícil que esos usuarios regresen a la plataforma.
“Continuaremos invirtiendo en tecnología y otros recursos en el futuro y esperamos que el progreso sea continuo” dijo Twitter.