ReCaptcha v3 pretende erradicar la necesidad de identificar imágenes, completar caracteres o realizar cálculos matemáticos para poder acceder a un sitio
A menudo vemos realentizado nuestro recorrido por internet a causa de un engrorroso sistema de identificación que nos solicita la detección de patrones en imágenes diminutas, sumas o restas simples o completar caracteres, entre otros sistemas.
Google anunció la semana pasada el lanzamiento de reCaptcha en su tercera versión, un sofisticado sistema de validación que, por primera vez, libra al usuario humano de tener que realizar estos procesos de identificación como “No soy un robot”.
ReCaptcha v3, un sistema de autenticación de usuarios que se basa únicamente en el análisis del comportamiento en un determinado sitio para descartar que se trate de un robot o no.
Su funcionamiento se basa en la idea central de que los humanos y las máquinas son muy diferentes en su actividad cuando visitan una página en internet. Los primeros pueden ser erráticos y caprichosos, mientras que los segundos siguen patrones más matemáticos y sin una coherencia explicable.
Empleando estos razonamientos, un administrador puede interpretar y deducir si su web está siendo asediada por un ejército de bots o cuando está siendo visitada por personas reales de carne y hueso.
ReCaptcha tendrá acceso a inspeccionar nuestros movimientos de mouse y teclado, y en ello radica su especial nuevo método de identificación para discriminar humanos de robots, diferenciando así los movimientos aleatorios y matemáticos de los deliberados. Además, se basa en un sistema de puntuaciones de 1 a 10 en el que cuanto más nos acerquemos al valor más alto, contaremos con más chances de ser identificados como humanos sin realizar ninguna otra acción.
